Cuando Miguel Ángel Yusta me comentó en abril, minutos antes de la apertura de las II Jornadas Literarias, que la junta de la AAE había pensado en Casetas como sede de su congreso para este año, no pude sino abrir los ojos de par en par. Sensación que volví a experimentar cuando José Luis Corral, presidente de la asociación, me confirmó la propuesta en un ambiente más distendido.
Cómo negarnos a ello. Cómo impedir todo un congreso anual de escritores aragoneses cuando están confiando plenamente en tu valía y en todas las posibilidades que ofrece Casetas. Y lo más importante: en las personas. En todos los que, de una u otra forma, colaboramos con la Comisión de Cultura para dinamizar las actividades del barrio. Personas, al fin y al cabo, que pesan a la hora de la verdad más que las propias infraestructuras.
Pilar Gaspar, concejala, y yo, sentados en la misma mesa que los miembros de la Junta, nos miramos a la vez y contestamos casi al unísono, aún sin poderlo creer: "SÍ". Una rotunda y enorme afirmación, seguida de unas propuestas concretas para un óptimo desarrollo de la jornada en cuestión, y en unos minutos pusimos en marcha la agenda, a grandes rasgos, de lo que sería un mes más tarde el XI Congreso Anual de la Asociación Aragonesa de Escritores. Que se celebraría en Casetas, por supuesto.
El salón de actos del Cívico fue de nuevo sede de los actos más solemnes del congreso.
Comenzaron los actos a las 11 de la mañana, con unas palabras del alcalde de Casetas, José Luis Román,
que dieron paso a las asambleas ordinaria y extraordinaria de socios.
El
escritor José Luis Corral, como presidente de la AAE, y los poetas Fernando
Aínsa y Manuel Forega, como vicepresidente y secretario, respectivamente,
(ver foto) condujeron dichas asambleas y aprobaron el ejercicio de cuentas del año
anterior por mayoría de los allí presentes.
Más de cincuenta miembros de la AAE
asistieron a los actos e intervinieron con sus preguntas y propuestas para el
mejor funcionamiento de la asociación. Tuve el honor de cerrar la asamblea extraordinaria con unas palabras de
agradecimiento a la junta, por su confianza en el barrio como anfitrión y
desarrollador del congreso.
A partir de las 13h, los actos literarios se
trasladaron a las calles de Casetas. En concreto, el kiosco musical de la Plaza
Castillo acogió un recital de relatos para los más jóvenes que contó con un
notable público del barrio.
José Antonio Prades, María Dolores Tolosa, Pilar
Aguarón y un servidor amenizaron con algunos de sus trabajos a los caseteros y
socios de la AAE que asistían en la Plaza.
María Dolores Tolosa.
Posteriormente, los escritores fueron
recibidos por el alcalde y la Comisión de Cultura con un aperitivo en el
ayuntamiento.
Foto grupal en la que puede apreciarse el ambiente distendido entre autores y miembros de la corporación municipal.
José Antonio Prades.
Tras la comida en un
restaurante de la localidad y el tradicional café literario, los actos se
reanudaron a las 18h en la pintoresca Taberna Vinos Chueca, donde se celebró un
nuevo recital de relatos, en esta ocasión para adultos, a cargo de distintos
miembros de la AAE.
Corral tuvo de nuevo un generoso
detalle en su discurso agradeciendo al barrio, comisión de cultura y a un servidor por su disposición y entrega para la celebración del Congreso. ¡Siempre será un honor, José Luis!
En el centro de la foto, posa sonriente José Verón.
A las 19h, de nuevo en el cívico, varios amigos
y compañeros de letras quisieron homenajear al poeta premio de las letras
aragonesas 2013, José Verón, con lecturas de algunas de sus obras. El recital,
conducido por Fran Picón, vivió su culmen cuando el propio Verón, agradecido y
visiblemente emocionado, subió al escenario a leer uno de sus poemas más reconocidos.
Blanca Langa
Miguel Ángel Yusta
No podía despedirme sin volver a agradecer a la junta su confianza, y felicitar personal y públicamente a Verón por el premio concedido.
El aplauso final y la
foto de grupo junto al homenajeado dieron por concluido este XI Congreso Anual de
Escritores Aragoneses que, una vez más, transformó a Casetas en un destacado
ateneo literario.
Espero que nuestros amigos de la AAE disfrutaran tanto o más que nosotros. Como diría Pilar Gaspar, para el barrio esta jornada fue un regalo.
Nuestras puertas quedan abiertas para cuando queráis regresar. Os estaremos esperando.
Hasta pronto, compañeros.
DRG.
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