miércoles, 22 de marzo de 2017

Presentacion de "Honrarás a los muertos" en la Biblioteca de Aragón - 10 de Marzo de 2017


PRESENTACIÓN DE 

"HONRARÁS A LOS MUERTOS"




Biblioteca de Aragón (Zaragoza)
10 de marzo de 2017.



Después de la compilación y el parto de mi nueva antología de relatos, solo quedaba un último paso para que la obra y un más que satisfecho autor quedaran realizados: Su presentación en sociedad.

El marco de la Biblioteca de Aragón, espacio literario y cultural de mi ciudad de archiconocido renombre, se antojaba idoneo para llevar a cabo la experiencia. Así que, tras las gestiones oportunas con el centro, marcamos con rojo fuego una fecha en el calendario: Viernes, 10 de marzo.

Tenía claro dos cosas cuando perpetraba la edición del libro; quién quería que fuera su prologuista y quién deseaba que me acompañara en el primero y tal vez único evento de presentación. 
En primer lugar, ya anuncié que Athman M. Charles, juntaletras y gerifalte de La Pastilla Roja Ediciones, viejo amigo de escriturancias y penurias literarias, abriría con honor (y con original irreverencia, a tenor del resultado) la antología. Y en segundo lugar, no podía cerrar una etapa tan importante y enriquecedora para mí como relatista sin contar con todo un maestro de las letras a mi lado, no solo como referente literario permanente a lo largo de estos últimos años, sino también como amigo. 
Me estoy referiendo al incombustible y efervescente David Jasso.





David & David ultimando el show.


No podía ser de otro modo. Mi "tocayo doble", tanto de nombre como de onomástica (obviamente en años distintos), debía conducir el acto. Y como los dos andamos sobrados de imaginación y mala leche, y además no somos afines a las presentaciones estudiadas, serias y soporíferas, estábamos obligados a armarla de algún modo inusual y truculento que hiciera honor al título del libro.



¡Ot-tia! ¡Un fiambre sobre la mesa!


Los espectadores contemplaban atónitos mientras entraban en la sala a ese presunto cadáver amortajado que hacía todo lo posible por respirar de forma pausada. David, como buen maestro de ceremonias guasón e improvisador, había bajado previamente las luces del salón de actos para dar mayor aspecto de velatorio. Mi funeral solo acababa de empezar.



"Estamos aquí reunidos para honrar a este difunto, nuestro querido amigo David Rozas... "





Después de unos cuantos rezos, padrenuestros, avemarías y minutos de silencio roto por los llantos e hipidos de desconsuelo, el maestro Jasso procedió a invocar el retorno de mi alma a mi magro cuerpo. Nada podía salir mal... ¿O sí?



Al grito de "¡Rozas, cómo te lo gozas!", envalentonado también por todo el público asistente, poco a poco el cadáver iba reanimándose. Solo que las primeras reacciones no fueron del todo las esperadas... El rigor mortis se focalizó en un único punto de mi anatomía. Mejor dicho, en un miembro de la misma.

Las imágenes han sido censuradas porque podían herir la sensibilidad del lector.







Huelga decir que la charla fue amena, directa y fulgurante. Después de la sorpresa inicial y mi posterior "resurreción" (sin rigor mortis, ¡cachis!), mejor acabar cuanto antes para digerir el disgusto.
En los alrededor de veinte minutos que hablamos del libro y durante los cuales David me agasajó con bondades y obscenidades de mi estilo narrativo (esto no es del todo cierto, pero quedaba bien aquí), confesé al respetable que con HALM cierro una etapa de mi corto CV literario dedicada prácticamente al relato (exceptuando El Legado de Christie). A partir de ahora, tiempo, ganas y ocupaciones familiares mediante, pretendo iniciar una nueva donde la novela se convierta en mi modus operandi.

¿Cambio de género? Sí, por supuesto. Como siempre he defendido, un autor no puede ni debe cerrarse puertas sin abrir antes toda clase de ventanas. Sin marginar al terror, género que me ha visto crecer y madurar, plantaremos semillas en terruños de otras lides y esperaremos que los frutos florezcan. Lo importante es disfrutar creando. Además, cuento con la experiencia inolvidable, enriquecedora y altamente gratificante que viví con Ángeles de cuatro patas, así que, ¿quién dijo miedo?


Firma que te firma... ¡Corred, que se agotan!





Fue un verdadero placer contar entre el público con escritores poco habituales tanto del género como de mi entorno. Es el caso de Sylvia Martín (aka Sylvia Marx), autora de romántica y organizadora de eventos y certámenes literarios, en uno de los cuales celebrado recientemente he sido jurado.




Rosa Vidal, amiga, seguidora, manitas y autora ocasional.




Las "Zipi y Zape" del terror y la movida zaragozana, Teresa Palomo (la rubia) y Ana "Wiss" Vivancos (la otra). Siempre apoyándonos mutuamente en nuestras inquietudes literarias.




Siempre genera ilusión que compañeros de tu trabajo habitual te sigan y apoyen. He aquí un buen ejemplo. ¡Gracias, amigos!




Mis padres. Ella, orgullosa. Y yo, nacido de ambos, henchido.






Roberto Malo, a la izquierda de la foto, es otro gran amigo. Un autor incombustible y correcaminos que tan pronto te escribe un cuento para niños como una frenética historia de adultos, o a lo mejor intercala ambas publicaciones con una sembrada de humor inteligente e hilarante. En cualquier caso, otro referente del cual fijarse.
Curiosidad "curiosa": este día, Mr. "Bad" nos confesó que posée un segundo nombre aparte de Roberto, que no es otro que... ¡tacháááánnn! ¡David! Así que, mal que nos pese, en la foto aparecemos los tres sonrientes "Davices".






Aunque nos falta nuestra hija en medio, encima o debajo de alguno de nosotros, mi sonriente y archisimpática esposa se granjea siempre mi total admiración por todo lo que me quiere y me soporta. No me cansaré de repetir que, si no hubiese sido por ella, quizá no habría iniciado mi carrera literaria ni disfrutado tanto de ella como estoy haciendo. ¡Contra viento y marea! ¡Siempre juntos!


*  *  *  *


En resumidas cuentas, la presentación para mí fue un exitazo en muchos aspectos. Presentaba mi cuarto libro, junto a uno de mis amigos y autores predilectos, rodeado de las mejores personas, algunas de las cuales no esperaba, y todo ello en un entorno incomparable como la Biblioteca de Aragón. ¡Ah!, y agoté todos los ejemplares de HALM disponibles. ¿Qué más se puede pedir?
Bueno, claro, que el libro llegue a ser de los más vendidos en Amazon y/o en Lektu, las plataformas digitales que lo hospedan. Que lo reseñen con 4 ó 5 estrellas, siempre de corazón y sin intereses ni cuñadismos de por medio. 
Pero eso quizá ya es pedir demasiado. Para un escritor humilde y campechano como es un servidor, en el fondo, seguir escribiendo, mejorando y agradando a mis lectores de mayor o menor grado, ya supone todo un privilegio. Y más si lo hago rodeado de la mejor gente, del mayor apoyo.

Nos seguimos leyendo. Gracias a todos los que estáis, estuvísteis y estaréis ahí. Se os estima.

Ah. Y no deshonréis a los muertos. Por si acaso. Chao.



Podéis conseguir vuestro ejemplar de HALM pinchando en los siguientes enlaces:

AMAZON (Digital):

CreateSpace (Físico):

LEKTU (Digital):