PRESENTACIÓN DE "MIERDA - Antología de relatos escatológicos".
Todo comenzó allá por 2014, en las Jornadas Literarias de Casetas... Lo que vienen siendo justamente 3 años.
Una imagen tremendamente escatológica me vino a la mente, como a quien tras un fuerte golpe en la cabeza con un lavabo le sobreviene la visión de un condensador de fluzo. Desconozco aún si aquella revelación tuvo lugar envalentonada por las continuas cervezas que me pimplaba junto a Ana Vivancos, David Jasso, Roberto Malo, Teresa Palomo, Rosa Vidal y alguno más que rondaba por allí... Pero lo cierto es que mi afán conspiranoide lo visualizó: Una antología de relatos sobre la mierda.
¡Sí! ¿Pero a santo de qué? ¿Desviación mental, coprofagia de barrio, fecalismo fetichista...? No.
La idea surgió a raiz del microrrelato de la Wiss Vivancos, "Tu mierda me mira", un homenaje al emoticono de la caca del Whatsapp que leyó ella en las mencionadas jornadas caseteras, unido al relato humorístico-escatológico de David Jasso acerca de un tremebundo apretón en un ascensor.
Así que todos allí reunidos en torno a una mesa y a unas pintas, como deben gestarse los proyectos improvisados y ambiciosos, se me ocurrió reunir un puñado de heces... perdón, de trabajos de los colegas allí presentes, proponer enmierdarse en la odisea fecal a más autores degenerados (no sin género), y publicar una antología de relatos. Coordinada por... ¡No, por mí no! Habría sido totalmente injusto, la culpable directa era la mierdosa de la Wiss y sus emoticonos frikis. Ella debía ser la que manejara el cotarro, la diseccionadora de muestras. Por escribir mierdas. Por excretar el primer zurruño. Y ella tampoco dijo que no al señalarla con el dedo.
Rozikas y Wiss presentando el cartel (valga la redundancia) de la presentación.
Después llegaron el grupo de Facebook, el "culo con culo", las confidencias de WC, los reclutamientos, y finalmente conseguimos hacinarnos diecisiete cagones en la misma letrina. Pero no diecisiete excretores cualesquiera...
La "merde" de la "merde" del mundillo literario en el que nos movemos se apuntó felizmente a nuestra descomposición, y como moscas en la susodicha fuimos recopilando truños de relatos y analizándolos hasta que el nauseabundo pastel acabó rebosándonos también por los ojos. Una vez excretada tamaña obra, macerada y envejecida en barrica de loza para que fuera tomando cuerpo y aroma, tan solo quedaba pasearla bajo las pituitarias de diversos editores esquizos y coprófagos hasta que alguno de ellos expeliera esa ventosidad estruendosa tal que clamara: "¡Eh, muchachos, esta mierda sí que es buena!"
Tras dos años de búsqueda azarosa y de silencios urinarios, nos topamos con José Del Río Fortich, editor de Apache Libros, a quien conociamos estrechamente por haber publicado a David Jasso y haberse atrevido con temas y antologías poco convencionales. Apache Libros se trataba de una editorial nueva que venía publicando con asiduidad y relativo éxito, se movía a saco por ferias y eventos literarios y, qué cojones, apostaba por buena literatura sin importarle títulos y nombres; en pocas palabras, si un tipo profesional, atrevido y sepsi como José no se comía nuestra mierda, ya podiamos vendernos a la autoexcreción de las plataformas digitales.
Así que, tras coincidir con él en Zaragoza en la presentación de la novela de Jasso, Wiss y yo decidimos abordarle y pringarle nuestro proyecto por la cara cual bote de Nutella. Y cuál fue nuestra sorpresa que él nos respondía en el momento asegurándonos que lanzaría una edición pequeña del libro con motivo de la próxima Feria del Libro de Zaragoza, y que si funcionaba seguiría publicando más.
¡Buah, qué pasada! Wiss daba botes de alegría y al mismo tiempo soltaba lastre gaseoso de la emoción, mientras que yo no podía contener el truño. Jasso componía gesto de no entender nada, de dónde se había metido para que su nuevo editor salpicara de mierda las librerías, pero en el fondo cabía reconocer que su esfínter también se relajaba. Al igual que los de nuestros compis de caguerillas, que tras recibir la noticia en sus casas, corrían al baño a celebrarlo.
Pero las sorpresas no acababan ahí. Por un lado, finalmente el título y la portada original cambiaron de forma sustancial, y dos relatos que formaban parte de la antología, "por irreverentes y no seguir la línea del resto", en palabras del editor, fueron rechazados, uno de ellos el mío. Mis cacas parlantes, pese a tratarse de un cuento original y bien perpetrado, significaban todo un despropósito para el conjunto, así que sin apenas tiempo de maniobra y bufando como un gato en la bañera, me saqué otro relato de la manga que poco tenía que ver con el anterior. Lo titulé "W.C. Confidential", en honor al cine negro y sobre todo a un cuento con el que gané, hace ya la friolera de 19 años, un segundo premio literario en la facultad de empresariales de Zaragoza, y al menos esta vez agradó bastante al editor, quien siguiendo la estela de las sorpresas nos anunciaba a través de la Vivancos que se adelantaba el lanzamiento del libro precisamente al Dia del Libro de Zaragoza, 23 de abril, más conocido como Día de San Jorge y festivo tanto en Zaragoza como en nuestra comunidad.
Quien solo se deja impresionar por las imágenes que año tras año nos brindan todos los informativos acerca del San Jordi catalán y esas ramblas barcelonesas atestadas de gente, libros y rosas, o por ese parque del Retiro de Madrid sembrado épicamente de casetas y celebrities, es porque no ha visitado el Paseo de la Independencia de Zaragoza en esa fecha y se ha maravillado y contagiado con tanta vida literaria. San Jorge para editores, escritores, libreros y lectores es la fiesta propia del libro, y así se respira y se palpa cita tras cita.
Pero me estoy adelantando a los acontecimientos...
Nuestra antología de mierda no iba a presentarse oficialmente en ningún stand de Independencia, sino un día antes en un conocido bar del casco viejo zaragozano llamado Van Gogh.
En un ambiente familiar y distendido, (siguiendo la foto de izquierda a derecha), José del Río (editor de Apache), Roberto Malo, Chabi Angulo, un servidor, Ana Vivancos, Teresa Palomo, Rosa Vidal y David Jasso, pasamos un ratico agradable, divertido y amenizado con chistes escatológicos.
Nuestra coordinadora iba tirándonos el rollo para que rajáramos sobre nuestros relatos.
Apretando. La cosa fluía y nos quitábamos un gran peso de encima.
Los artistas maños de la mierda. Rostros pletóricos de satisfacción.
Echamos mucho en falta al resto de compañeros de descomposición, pero todos no cabiamos.
En fin, un acto memorable y un viejo truño cumplido.
DIA DEL LIBRO en Zaragoza - 23 de abril de 2017.
Tras la inolvidable velada y el reencuentro de amigos, quedaba refrendar ese estupendo fin de semana con el día del libro por excelencia del año. Las buenas ventas de Mierda en la presentación no podían siquiera vaticinar el éxito que tendría esta antología apestosa durante el domingo. Y es que nuestras heces resultaron apetitosas para casi todo el mundo que se fijaba en ellas; la Mierda les entraba por los ojos. Lo que nunca habriamos esperado es que el propio alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, pudiera sucumbir a su hedor.
Foto mítica con el edil zaragozano que formará parte, nunca mejor dicho, de los anales de la Historia.
Incluso por la tarde las cámaras de TVE Aragón se detuvieron en el stand y entrevistaron a Jasso. ¡Fenómeno!
Dream team mierdero. Con visibles gestos de cansancio, y al mismo tiempo de satisfacción.
No era para menos: ¡Todos los ejemplares de Mierda se habían vendido! AGOTADA.
Gracias de nuevo a Jose y a mis compañeros por haber creado algo tan molón y exitoso. Tendremos que repetir la experiencia, ya sea fecal o no.
Por mi parte, salvo alguna escapada al stand de Apache, ya desde el punto de la mañana me planté con mis queridos amigos de Librería Albareda, que un año más, y ya van cuatro, tuvieron a bien hacerme un hueco.
San Jorge nos recibía con un sol y una temperatura estupendos, y eso siempre le colma a uno de energía y acaba traduciéndose en una jornada magnífica.
Un año más, la estrella de ventas fue Ángeles de cuatro patas, pues gracias a los "amigos" de Amazon, mi nueva antología de relatos Honrarás a los muertos no llegó a tiempo para su estreno en esta gran plaza.
Compartir tiempo y charleta con la estupenda Clara Fuertes es como reencontrarse con una antigua amiga del colegio. Y en esta ocasión, tuvimos la suerte de contar con la presencia de Daniel Zaragoza, escritor aventurero que con sus peripecias por el mundo le ganó el corazón y el bolsillo a muchos lectores a lo largo de la jornada.
He aquí con Carlos Bribián, un siempre sonriente Manuel (Albareda) y la coach venezolana Patty Cardozo, otro nuevo descubrimiento como autora. Con todos ellos y con la presencia de lectores interesados, las horas pasaron más rápidas y disfrutamos aún más si cabe.
Este año, especialmente, lo pasé en grande charlando con la gente y promocionando mis obras. Se notan ya los primeros años de curtimiento. Está claro que un autor no debe solo escribir bien, sino también venderse de la mejor forma.
En estas fotos, junto a otra habitual en el stand de Albareda, Ainhoa Gallardo.
En definitiva, otro año más cumpliendo expectativas y sueños. Compartiendo experiencias y creciendo como autor junto a estupendos compañeros y grandes genios.
Seguiré trabajando en la medida de lo posible para continuar año tras año en la brecha y no defraudar a los que esperan siempre mi mejor versión.
Nos leemos, nos vemos. Abrazos sinceros y literarios.
DRG.